Cierto día hace casi justo 200 años un hermano masón adquirió algunos libros; entre ellos descubrió un viejo Libro Grimorio llamado “Tempore Viator” que trataba de conjuros mágicos y lo puso a un lado, de forma desinteresada. Pensó:-La magia, los conjuros, los hechizos son unos perfectos disparates, pero se dijo el hermano masón ¿ no sería extraordinario que por los motivos más favorables, un masón pudiera utilizar los conjuros, proyectarse en el pasado y enterarse de los hechos masónicos históricos tal cómo ocurrieron realmente... ?Fue así como nuestro Hermano masón pronuncio extraños conjuros y se encontró instalado en Londres durante la fundación de la Masonería Especulativa. Después de estar allí un tiempo y verlo todo, valiéndose de las palabras mágicas retornó a su propia época. Al poco tiempo fue a su logia, y decía que la masonería tal y cual y fue concebida, no era lo que hoy se transmite en las Modernas Logias, con tanta vehemencia lo decía, que no tardó en ser expulsado de la Masonería «por su insistencia en hacer afirmaciones supuestamente basadas en hechos sin apoyarse en fuentes bibliográficas, y por alegar que todas las enseñanzas masónicas contenidas en todas las liturgias eran falsas». Nuestro Hermano masón debió vender su Libro y fue así como el libro de magia llegó a otras manos. Allí lo adquirió un tal Pablo Marih. Este se sintió tan atraído como el hermano masón por la clave del tiempo y el espacio, y valiéndose de ella se transportó, al pasado del Vaticano simplemente motivado por su interés en ese hecho.-Puesto que la práctica de la magia era muy mal vista en su comunidad religiosa católica , no confió a nadie sus aventuras. Pero como al fin de cuentas era humano, Pablo no pudo abstenerse de comunicar sus descubrimientos sobre la fundación de su religión católica. Un día dijo: -He viajado al pasado, y no tardo en que muchos se interesaran por sus dichos, pues daba nombres de ancestros y datos históricos que solo eran conocidos por algunos jefes de la iglesia, y luego agregó: Me resulta increíble que los católicos crean en la autoridad del Papa, siendo que anteriormente cada católico rendía su buen juicio ante Dios sin la intermediación de un Papa. En cuanto al emblema de la Cruz, lo empleaban los romanos contra los cristianos para perseguirles y asesinarles, y no como emblema religioso propio del pueblo de Cristo, antes era el emblema del pez. Las jerarquías eclesiásticas lo declararon herético y nadie quiso dirigirle la palabra hasta tanto se retractara de todo lo dicho. Y así lo hizo, rápidamente. Entonces arrojó el libro por su ventana. El libro fue recogido por un mendicante, quien lo vendió por un trozo de pan al dueño de un puesto de venta de libros. El libro estaba escrito en Latín y un forastero que conocía un poco del idioma lo compró por casi nada cuando viajaba de regreso a su nación. Este hombre, a quien llamaremos Sebastián Chiram, quedó fascinado por el mismo párrafo en Latín del volumen de viajar al pasado que había cautivado antes a sus predecesores. Pero no conociendo bien el Latín y siendo buen amigo de un joven Cardenal católico llamado Saúl Olive , se llevó y le pidió su opinión. El cardenal le dijo:-Hijo mío, esto es un grave pecado y un objeto como éste es algo detestable para todo creyente. ¡Rehúyelo! Sebastián se sintió muy agradecido por este consejo y dejó el libro al cardenal. Un tiempo después, sentado en su estudio, el cardenal meditó:-En fin de cuentas, un hombre que goza de mi posición es muy capaz de resistir las fuerzas ocultas sobrenaturales. No veo los peligros que entraña viajar al pasado, para entrevistarme con Jesucristo; por lo tanto voy a idear, como mero experimento del Vaticano, una fórmula especial. Después de no mucho pensarlo, el cardenal pronunció un conjuro destinado a situarlo en la época misma de Cristo. Dijo esto:-Haz que retroceda al momento y al sitio justo a lado del Señor Jesucristo. Cerró los ojos y, cuando volvió a abrirlos, se encontró en medio de una muchedumbre ruidosa hablando en arameo, el conociendo el idioma casi perfectamente, preguntó por Cristo. Le indicaron donde encontrarle, y ajustándose su espléndida vestidura, caminó hasta donde Cristo estaba. Reunidos en una monte delante de él había varias docenas de hombres y mujeres que tenían rabia y odio, vestían empuñaban garrotes. Gruñeron al verlo aparecer y profirieron gritos estridentes, al parecer de bienvenida al verlo con vestimentas que ellos identificaban como propias del clero .- Justo cuando levantó la mirada vio a Cristo Muerto en la Cruz y el pensamiento de Cardenal que era muy inteligente, y rápido en conclusiones se dijo: prodigo de prodigios, estoy justo, en el momento que debería estar para dar el catecismo a estos. Amigos -les dijo el cardenal en Arameo-, sé dónde estoy, pero noto que os hace falta guía. He venido a hablaros de lo más importante que habéis oído jamás. Y logró provocar como reacción en cadena que todos miraran hacia Saúl Olive. Cuando cayó en la cuenta de que había retrocedido al lugar indicado, y traía justo en su bolsillo un ejemplar de Nuevo Testamento en Latin , advirtió también que no debería ya pronunciar las palabras de Magia Oculta que debía pronunciar para regresar a su propia época, pero el hecho de estar ahí no le incomodo, pensó esto es obra de Dios, Saúl Olive pronto se convirtió en Pablo de Tarso, lo demás es historia por todos conocida. El libro grimorio ha vuelto a encontrarse en una catacumba romana y ha comenzado a viajar otra vez, pues Pablo de tarso lo Escondió ahí, con esa intención de que fuera reencontrado. Se encuentra actualmente en el estante de una Universidad, esperando el próximo Lector. Pero, por fortuna, la mayoría de la gente considera que tales libros sólo contienen insensateces de ocultismo. El joven e inteligente Cardenal Saúl Olive desapareció en mismo Vaticano, muchos concluyeron que había sido asesinado y ocultado su cuerpo, pero ahora la verdad del hecho ustedes la conocen. Alcoseri

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